Soy la banca en la que nos sentamos ayer,
y también el instante en que me miraste y te miré,
y sonreímos,
Y te vi ser con tu gesto particular,
y con tu andar sin andar.
O soy el tocar de tu mano con la mia,
o el postre que comimos,
o el momento en que apuntaste a mi
y me dijiste algo con cariño
y yo me inundé por dentro
de alegría y de temor,
de magia y de ardor,
de un sin tiempo
en el que todo el ahora se volcaba en mi
a través de tus ojos.
Soy ese momento,
en el que mi pecho se llenó de mar
y el mar eras tú y nosotros
y el beso de aquella vez
y la caricia de ayer.
y me bañé de ti,
como en una tempestad,
y me metí en tus ojos,
y suspiré
y respiré la temida felicidad.