Señor...
usted, el de los ojos claros
y mirada profunda,
usted, el de la sonrisa
dulce y tierna,
usted
me a cautivado con esa, su mirada
que parece que cuando me mira,
me desnudara el alma,
Señor...
usted, se ah robado algo de mi,
me a quitado la tranquilidad
la calma,
desde ese día en que ah posado
su mirada en mi
no dejo de pensar en la magia
de su dulce sonrisa,
Señor...
usted, podría de alguna manera
explicarme.
de que se a valido para cautivarme,
para tomar en sus manos
mi corazón y enamorarme,
por que desde ese día
le juro que por mas que intento
no dejo de pensarle,
Señor...
si, usted, el de la voz profunda
el que me mira
como si quisiera desnudarme,
dése cuenta
me eh quedado con ganas de besarle,
de arrancarle del pecho un suspiro,
y así como usted a mi, enamorarle
si usted el de la sonrisa tierna
y mirada profunda
Lilia Araceli Zepeda Vela
miércoles, 8 de agosto de 2018
02:49 a. m.