Tus besos son gotas de lluvia que me mojan el cuerpo, que me llenan de frío, y en donde puedo perderme y divertirme como un niño pequeño. Ojalá todos los días lloviera en mi cielo, para que me cayeran las gotas de tu amor.
Y luego llega el sol deslumbrante, iluminando tus pupilas, y su reflejo, forma arcoíris en las mías. Tan mías como tuyas, tan mías como lo eres tú, tan nuestras como este amor.
Y eres tan mía, que te has convertido: en mi risa y en mi llanto, en mi sol y en mi lluvia, en mi alma y mi cuerpo, en mi tempestad y en mi alegría, en mi vida y en mi muerte.