Te voy a dictar esta carta,dolor,
de miedo,pena y rabia.
Te voy a escribir unas letras,dolor,
que brotan de mi alma.
Te voy a enviar unas lineas,dolor,
de llantos empapadas,
a ver si al fin te enteras,dolor,
de cuanto daño arrastras.
Deseo que al fin me escuches,dolor,
con agudeza clara.
Deseo que al fin me sientas,dolor,
que sientas cuanta rabia,
deseo que al fin me observes,dolor,
con la mirada alzada,
a ver si así comprendes,dolor,
que al fin no temo nada.
Te contaré en mi carta,dolor,
los años de venganza.
Te contaré en mi carta,dolor,
que sufriré nostalgia.
Por años venideros,dolor,
aún palparé la llaga
de todo lo pasado,dolor,
de tu mirada amarga.
Mas nunca acobardado,dolor,
mas nunca terminada
mi ronda de recuerdos,dolor,
mi ronda desfilada,
elevaré mi pecho,dolor,
para sentir la fuerza
de todos los alientos,dolor,
que tu dejaste fuera.
Y aquí acaba mi carta,dolor,
para aquel que la lea;
y aquí acaba mi llanto,dolor,
que no vale la pena
porque es llanto callado,dolor,
porque es llanto sin seña,
aún tanto albergo dentro,dolor,
como el que albergo fuera.
Al tiempo me olvidaba,dolor,
de recordarte serio
que intentes evadirnos,dolor,
exagerado extremo,
mantennos a distancia,dolor,
mantennos aún mas lejos
dado que de tristezas,dolor,
está el cantaro lleno,
dado que de amarguras,dolor,
abierto el grifo tengo.
Olvidanos por tanto,dolor,
olvidanos al menos
el tiempo necesario,dolor,
para vivir sin miedos.