El verdadero arte no es aquel que sirve para evadirte,
si no el que te abre las mazmorras del alma
para que conozcas sus oscuras miserias,
el que te corre las cortinas para que entre la luz,
el que te muestra un espejo en el que reflejarte,
y si tienes valor, hasta reconocerte.
El arte es el lenguaje del alma,
la expresión de lo inexplicable,
la ciencia del espíritu,
un diálogo entre el artista y el espectador,
entre el poeta y el lector,
en el que uno complementa al otro,
y lo convierte en su razón de ser,
por eso, el autismo artístico,
el onanismo expresivo
no es mas que el aborto de un nonato,
una promesa que se perdió en el limbo
y vagará por siempre
por las tenebrosas galerías del vacío.