Ahora que todo es bonanza
navega en el mar en calma,
aguas claras de esperanza
¡Vuela!, se libre paloma;
mi resplandeciente luna
ornas con rayos de plata,
cobijará tu sonrisa
un aura, tono escarlata.
Serán tus ojos dos gemas
reflejarán las estrellas,
inspirarán bellos poemas
en el alma dejas huellas;
pero cuando pase el tiempo
y tu virtud deba de marchar,
la daga de la soledad
sentirás que tu alma, hiere.
Banal todo lo construido
acerbo néctar, olvido,
lóbrego andar tu camino
cargarás tu cruz, destino.
Consumida la pasión
sólo verás los abrojos
secos, gran desolación
y un llanto nuble tus ojos;
evocarás en tus sueños
al vate que te amó tanto,
miel de sus ojos risueños
los mementos del pasado.
Sumergida entre sus versos
sentirás sus besos tiernos,
sus caricias a lo lejos
cubriéndote, suaves velos.
Y en aquella gris llanura,
pena tu triste figura
salado río, amargura
ocre el día sin albura,
leerás la rara escritura:
Yace en está sepultura
mis versos y mi ternura.