Venezuela; Aragua, Agosto de 2018.
Que lejos estamos de las cosas verdaderas; ayúdame a insertar mi corazón en la tapa de este libro que escribo donde en cualquier momento puedo leerte. Ayúdame a olvidar nuestra soledad, te prometo no salir a buscarte en los luceros o los atardeceres o en el Fondo de la “Taza de Café”.
Tengo miedo al adiós, y siento el frio de lo que no se sabe, del secreto que guarda esta quietud; Las almas solas como mi barca, esperan siempre el salto de las olas suspiro los besos mudos y los ruegos vanos hasta cuando ignorado, con esa intangibilidad de la suerte.
Fueron vapores de la fantasía, son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía, como el loco a la palabra que su boca pronuncia, como los ojos estáticos y las manos vacías, yo voy hacia mi propio nivel a lo lejos, ya estoy tranquilo, cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño. “La renuncia es el viaje de regreso al sueño”
Franklin Duran
Agosto de 2018
Venezuela