CASTOS VERSOS
¡Qué delicadeza hay
en tu adorable presencia,
mi Señor...!
y en esas flores escogidas,
blancas como campanas...
que traías desde lejanos
refugios estelares.
Perfume suave y delicado
emana tu aliento
cuando me hablas
en secreto.
¡Ah! desde muy altos senderos
caminas hacia mí,
Santo de mi alma...
pues te enamoraste
de la castidad de mis versos
que son para ti.
Ingrid Zetterberg - Recluta \"Pétalos azules\"
Dedicado a mi amado Señor Jesucristo
De mi poemario
\"Inspiraciones de mi nostalgia\"
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