Hay pocas lámparas en medio de la tiniebla
dispersas se encuentran entre si
para cada una su luz es variable
y es apenas un destello
un diminuto punto donde se estaciona la esperanza.
Unir fuerzas en este mar oscuro
nunca ha sido imposible
las lámparas parecen ser;
siervos varados en un lago de hielo
que solo patalean para bruñir a la pista
y hacerla crujir.
Sin embargo
dos lámparas logran unir sus respectivas cuotas de intensidad luminosa
y así moldean una esperanza mayor.
Las otras lámparas observan la escena
probablemente algunas se unirán a la cruzada
otras tantas preferirán que su luz quede aislada
como si fuera parte de una raza selecta.
Solo hay que aclarar
que los efectos del hielo
tienden a disminuir cuando se teje la luz.