Las palabras ya se fueron,
Ni el eco ya retumba,
Sólo queda un silencio,
Parecido al de una tumba.
El silbido en tu cabeza,
Viento después de la tormenta,
Que no limpia de nubes el cielo
Que continúa de triste negro.
Una orgía de pensamientos,
Sin sentido que se cruzan
Que se chocan destrozando
Lo que resta de cordura.
En el pasillo se oyen pasos,
Tu te enfrentas al orgullo
Sin temblar le abres la puerta
Y el vacío decepciona.