Me bastaría
Pienso que me bastaría algo como una señal oportuna,
Qué se yo, algo definitivo, una despedida.
Porque sigo tambaleando en mi barca con mi esperanza fría.
Tu mundo y mi mundo y mil leguas que nos distancian,
mil leguas que son suicidas, mil pensamientos que asaltan mi memoria,
y un silencio sepulcral en que digo tu nombre con un matiz de melancolía.
…
Y a veces… a veces te pienso aunque no te lo diga,
Y mi mente cobarde y necia insiste en que te escriba,
Y te he pensado, como un hombre tonto piensa en sus locuras,
Como un padre piensa en su hijo, así te pienso en mis tertulias.
A veces he pensado en tenerte por lo menos a ratos,
Sin tener en cuenta el golpe, la caída,
Sin tener en cuenta que después de ser santo se puede
Ser demonio todavía.
A veces te pienso y ya no sé si seguirlo haciendo,
Ya no sé si proyectar hacia ti mis pasos o dejar el camino y comenzar de nuevo.
Pero insisto que me bastaría,
Saberte algo más que amiga,
Saberte amistad cualquiera
o saberte pura fantasía,
sentirte un poco cerca a pesar de la distancia,
o no sentirte nada,
no sé qué prefieras.
Me bastaría un soplo de esperanza y no un segundo de agonía,
O un golpe a corazón abierto, aunque ya no cierren las heridas,
Y dejaría aquí mis esperanzas ya muertas,
Y dejaría que fuese perpetua esta lejanía,
Dejaría todo mi equipaje en esta hora insomne,
Con tu rostro como emblema,
Con tu nombre en la lápida mía…