Ya ha amanecido y el olor a café conquista el aire,
usas mi remera preferida desnuda y ríes a carcajadas.
Porque que este es el primer día después de antiguos días
del que no quieres salir huyendo de una cama.
Porque sabes que afuera ya nada vale la pena,
y todo lo que tú y yo entendemos por fuego
ahora se enciende debajo de estas sábanas.