Danny McGee

¡GABRIEL, NICOLÁS Y ALINA! (LOS TRES HERMANOS).

¡Gabriel, Nicolás y Alina!
(los tres hermanos).

¡Gabriel, Nicolás y Alina,
tres ángeles del hogar,
disfrutan cosas distintas
pero no se dejan de amar!
Son ellos los tres hermanos
de aquel hogar cristalino,
los más hermosos regalos
que pudo dar el destino.
Y aun con las diferencias,
que suelen armar disputas,
se aman con la terneza
de tres almas impolutas.

Alina es la princesita
y es paz y guerra a la vez
del reino que ella imagina
en su ancha y larga niñez.
Es pura y frágil princesa,
es fina, alegre y sonriente:
la imagen de la inocencia
en todo su andar se siente.
Le gusta crear tarjetas,
las crea, decora y pinta.
Alina es una princesa,
y es simplemente distinta. 

El príncipe es Nicolás,
inquieto, alegre y sensible,
el niño que en este hogar
jamás parece invisible.
De alma viril, valiente,
el niño forja su andanza,
un príncipe será siempre
de paz y libre esperanza.
Disfruta teniendo amigos,
y sin importar la raza:
los rubios y los negritos,
a todos quiere y abraza.

Gabriel es un viejo chico
que lee libros de historia
y graba lo que ha leído
en toda su gran memoria.
Se viste con elegancia,
es de alma ceremoniosa,
es él el rey de la casa
en esta vida grandiosa.
Se afana en saber de todo,
de armas y fortalezas:
callado, tranquilo y solo,
se llena con las simplezas.

¡Gabriel, Nicolás y Alina,
tres ángeles del hogar,
disfrutan cosas distintas
pero no se dejan de amar!
Así son los tres hermanos
en este reino infantil,
que viven enamorados
del alma madre y gentil.
En esos verdes de Claudia,
se ve el color que ilumina.
Son ellos su paz, su calma.
¡Gabriel, Nicolás y Alina!

A los hijos de Claudia.