Qué júbilo, te he visto
nuevamente con tu
gorro de almidón
y una flor granate
en tu mentón.
Volviste en el
día de los
inesperados,
el que silenció
mi boca cuando
se estampó
un colibrí gris
que se dejó
caer al libar
el néctar de
tus besos que
saben a fresa
y otros a frenesí
Seguro que te
habías olvidado de mi?
no lo parece cuando
cerré mis ojos y
te vi vestido con
solo un moño
de raso en tu
regazo sutil