Rerumnovarumcupidus

Láurea

Has abierto las ventanas a mi deseo,

no puedo esperar ya la tarde o el día,

es tu lugar profundo, fuente de alegría

y de reposo y de amor y desvelo.

 

Me miras, constelada, como si fuera sueño,

ornada de nácar, plata y brillos áureos,

tienen tus ojos el color de los astros

y tu vida alada, de paloma, es mi empeño.

 

Libar tu dulce néctar, ¿será desvarío?

Andar entre tus valles y tus montes

Un día , una noche, tiempos sin finales

Recorriendonos hasta volvernos ríos

 

Aunque no puedo pretender tu mundo mío

Regresaré por el cause y por la noche.