Esperar un sueño que llegó y se fue
que ilusionó mis días y mi corazón,
que llenó el espacio de mis pensamientos
que llegó muy lejos donde llega el viento.
Recordar un sueño que llegó y se fue,
dejando un estela de amor y querer
de aquellos momento que nos unió un día
cuando un gran amor nos pertenecía.
Vivimos veranos bajo el tibio sol,
llegaron otoños y fríos inviernos,
cuando nuestros cuerpos unidos vivían
subiendo montañas y bajando laderas
pasiones y sueños hasta primavera.
Vivimos un sueño que nos llenó el alma,
y desde las estrellas siempre titilantes
me llegan abrazos y me llegan tus besos,
llenos del amor de ese hermoso sueño
y unimos los besos y unimos los cuerpos,
sin despertar nunca de ese bello sueño.