Antonio Rodriguez Bazaga

TU BALCÓN Y MI BARCO.

 

Como un velero de rosas,
surcando tu calle,
atracado en la esquina,
amarrado a sus piedras,
esperaba pasaras,
bajo un refugio de sombras.

A tu balcón llegaban,
gaviotas de suspiros,
yo aprieto con mis manos,
un pedazo de luna,
como amuleto hechicero,
de un pirata enamorado.

Y como una ola extrema,
sacudías mi cubierta,
nada mas aparecer,
por el castillo de proa,
como sirena atracando,
mi nave de cera.

Amor sonámbulo,
llegas bajo la noche negra,
y bateas mi barco,
con el eco de un sollozo,
te ofreces desnuda,
y te tomo con mis ojos.

Mis manos rastrean,
como brújula del deseo,
ese rincón secreto,
que los dos conocemos.

Hablamos a media voz,
mientras siembro a besos,
la distancia que hay,
entre tu boca y tus muslos.

Y te cuento cosas,
que voy inventando,
de viajes y trechos,
por el atlas de tu cuerpo,
y el firmamento de tus ojos.

La breve noche,
se hace más corta,
nos falta el tiempo,
de amarnos y tenernos,

Y tú…

… de pronto huyes,
huyendo de mí,
huyendo de todo,
que vuelves a casa,
y un vacío quedas,
en mi mapa de sueños.

a.rodríguez.