Menesteo

Elegía

ELEGÍA

 

Acaso cuando ya muera, la tierra

Ante ese cuerpo yaciente, abrirá

Las puertas del infierno aún en guerra.

 

Y los huesos cansados dormirán

Ajenos a la siniestra batalla

Que, elementos vivos disputarán.

 

Sin disparar cañones con metrallas,

Arrancando del cuerpo trozo a trozo,

Despojando el cadáver con sus trallas.

 

Comenzarán comiéndose los ojos

Penetrando en un cuerpo sin murallas,

Dejando del cadáver sus despojos.

 

Pondrán para taparlo una muralla

Tan blanca como el hielo de las cumbres

Con letras en relieve que no callan.

 

Lo cubrirán con pétalos de flores

Adornándole el mármol  que reluce

Sin que puedan llegárle los olores.

 

Con lágrimas de sal ante las cruces

Derramarán  las penas y tristezas 

Que la vida los llevo a dar de bruces. 

 

En las noches de insomnio alguien le reza

Recordando una imagen ya borrosa

Que  van  abandonando con nobleza.

 

Cuál se marcha una nube borrascosa

Dejando un cielo azul primaveral

Curando las tristezas más penosas.

 

Vivencias de un mundo circunstancial,

Una vida de loca fantasía

Creyéndonos… todo es fenomenal.

 

¿Se merece vivir esta alegría  

Dejando tanto dolor al partir

O, abandonar mejor tal osadía?.

 

Lo más esencial es sobrevivir

Y por lo tanto la reproducción,

La esencia de nuestro existir.

 

La cama donde duermen con quimera

Los niños que del cielo han de venir

Durmiendo con su madre en larga espera.

 

Así funciona el mundo y el sentir

De toda aquella cosa que con vida,

Procreando va su esencia hasta morir.

 

Menesteo