Ruth García

Posdata.

Nuevamente me encuentro

sola en nuestra habitación,

el reloj ya marca el nuevo día.

 

Con esta vez, ya son incontables

las veces que no duermes en casa,

prometes tu llegada pero nada.

 

Me encuentro recordando el ayer,

cuando en aquel malecón

prometiste quererme

hasta le eternidad.

 

Tus promesas ahora son la daga

que abre día a día la herida.

 

Quisiera decir que no me duele

tu nueva postura, que no me hiere

que en otra cama, te encuentres

con ¡una mujer desnuda!.

 

Días de sospechas, noches

de tristeza ¡hoy confirmo

tu nueva pareja!.

 

Te odio con el corazón destrozado,

más te amo por regalarme amores

dirás que has fallado, pero recuerda

que lo nuestro se ha terminado.  

 

No hace falta las explicaciones

cuando tus acciones

no te ayudaron.

 

Pensaras que un perdón bastara

para solucionar que una mujer

durmiendo a tu lado esta.

 

Nos dimos amor, teníamos planes

hoy solo queda el recuerdo

de un amor con sueños.

 

Me hiere la verdad de mi realidad...

hoy era nuestro aniversario

y con ella estas.

 

Te dejo los recuerdos

las manías y las miles de cosas

que según tú eran mías.

 

Me iré con el viento y será justo

que me permitas olvidarte, solo

recuerda que a mi lado tú ya

no puedes regresar.

 

Posdata;  te deseo la felicidad,

que te sobre la dicha, para que

nunca tengas la necesidad

de quererme buscar.