Carlos Eduardo

C O N T R A

el cáncer
la muerte no sería tan mala
si se pudiera traer a casa
si no hubiera que levantarse
si no hubiera que salir de la cama
si no hubiera que subirse a una ambulancia
si no hubiera que vivir en un hospital
si no hubiera que vivir entre desconocidos
si no hubiera que prescindir de las frazadas
del color de las frazadas de la casa
de la temperatura del color de las frazadas de la casa.
morir no sería tan malo si todo pasara en la casa
y con los de la casa
si uno tuviera la suerte de tener una casa
lo peor del cáncer y de la muerte son la burocracia y el ajetreo
de los cambios de ropa y el frío de los pasillos y el frío de
las miradas de los extraños (de los que no sufren porque tú sufres
de los que no sufren porque tú vas a morir)
y la indiferencia de las calles y de los muros de las calles
y la indiferencia mortal del hospital y de todo lo que lame
y cubre por dentro a un hospital.
morir no sería tan malo
sufrir no sería tan malo
si se sufriera en la casa
si se supiera que nada ni nadie nos sacará
-en caso de morir o sufrir-
...........................................de la casa
Poema inédito de Claudio Bertoni

 

       Estoy asediado por las fuerzas del mercado, el tendero de la esquina, la banca, el sistema financiero, los custodios de la justicia, leyes dictadas por organismos corruptos, farmacias coludidas abusivas, enemigos declarados de quienes piensan distinto, la siniestra estructura de salud en todas sus líneas, los nefastos gobernantes, un \'mare humanum\' enajenado e inconsciente, la criminalidad y delincuencia declarada, ... 

       El mundo y la humanidad ha desarrollado el país de la FETILANDIA en todas las partes de la tierra; qué queda, mi casa donde quiero vivir eternamente. Este refugio ha pasado a ser el universo entero. A donde vaya se transparenta a mis sentidos e inteligencia, lo funesto y cuando logro situarme en un lugar agradable, al poco observar me percato que es sólo maquillaje.

 

 

    La podredumbre humana

me ha atrapado en sus redes,

huyo para no contagiarme 

de este virus sistémico,

pandémico,

el mundo se deshace ante mis ojos.

y la única esperanza de la gente de verdad es Marte.

    Pero se ha creado la criminalidad armada del espacio,

no basta la chatarra circulando alrededor de la tierra,

el deterioro de la capa de ozono

y el calentamiento global.

   Mi hogar y su leño son todo lo que gozo,

los conejos silvestres,

las tórtolas

y una que otra ave exótica que cruza el cielo,

los pastores alemanes,

árboles, plantas y flores

son mi hábitat

y lo demás

ahora como está,

está en contra.