Suspiré aquel día
Nací una noche
Dividí el corazón
Cautivado por el cristal de la devoción
Pasé una eternidad en el calabozo
Suprimiendo los sentimientos de revelación
En aquella época no había delirios
Por los actos de la imaginación
Dormido en los bosques de la paz
El búho me dió naturaleza humana
El designio de mi ser
La esperanza de la tranquilidad