A MI COMPAÑERO
Tus pasos se agotan
amado mío...
en estos días de luz trémula.
Las manos cavilan;
se detienen ahora
en tus herramientas;
y luego vuelan como mariposas
hacia los panes crocantes.
Otras veces examinas
los ajíes frescos,
amarillos, pequeños...
que sembraste en tus macetas,
y vas regando las hojas de albahaca
y se esparce la fragancia
por el patio añejo.
Hoy te vi cansado...
sin tu energía habitual,
compañero,
enlazado a mis días...
Virtud hay en estos versos
que algunos desprecian.
Pero yo voy macerando
las palabras
en mi pecho guardadas
para entregártelas
como pálidos pétalos
que de mi mano desmayan.
Son todas para ti,
llevan cintas satinadas,
celestes, lilas,
verde agua.
Para tu descanso
las sembré en estas páginas,
para el sosiego de tu alma.
Son mi regazo tibio
para tu cansancio,
oh, amado mío...
Ingrid Zetterberg
(Este poema lo escribí hace años
cuando yo aún tenía esperanzas
en mi matrimonio)
De mi poemario:
\"Sendero de inspiración\"
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