Estás, en el brillo de una estrella
del firmamento,
en el tuètano de mis huesos.
Estás, en el brillo
del agua clara de mi río,
en el pedacíto de luz
que se cuela tras la persiana
al amanecer.
Tu estás, en el brillar de la palabra
redonda, generosa,
con el brillo del amor sereno
en presente, en positivo
acompañando
mis días de soledad,
haciendo más luminoso el camino
en el ir yendo hacia la senda de la luz...
Tu estás.
14-8-2018