Marina en descriptiva
En gélidas horas se ve Marina
Que estudia tranquila en un sillón,
Toda abrigada, tierna y furtiva
Frente a la chimenea con olor a carbón.
En sus manos la copa de entibiado vino
En ostentación casi de adoración,
Y no lejos la llama de dejo impulsivo
Que hacen juego con el fino salón.
Los delicados matices que invitan al sueño,
Me hacen precavido callar mi ilusión
Por besar sus labios tibios y rozados,
Que parecen invitar en locuaz soslayo,
A observar cercanos sus ojos que se abren
Y sus labios que invitan con sutil pasión.
Theo Corona
®