En estos trozos de lluvia
se desplazan los gritos,
las pasiones perpetuas
el beso inmortal, único.
Aquí donde el viento se moja
tu corazón sigue atado a mi lumbre.
El fuego en los ojos no se tranquiliza.
En la piel los recuerdos arden infinitos.
Embarrado en el lodo grito:
¡Bellísima no te olvido!
¡Amor mío, por ti vivo!
Tú nombre en mis llagas.
En mis heridas tu orgasmo.
¡Amor mío, vuelve conmigo!
!Bellísima sólo sueño olvido!