De tu piel estoy embriagado y de tus besos bebo
el licor, dulce néctar de tu ser, borracheras de
besos y caricias.
Noche en la que provocamos nuestra humedad y
las noches de sexo son noches de amor.
Bebo de tu copa y lamo de tu sexo dulce licor de
vainilla con recuerdos de ajenjo.
Emborrachado de ti y tus besos, de tu cuerpo al
cual regreso, de tus piernas y tus muslos que me
enredan y seducen.
De esa mirad a que todo provoca.
Embriagado de tu alma libre que no se deja
dominar.
Porque la tristeza y la soledad nunca nos dejan,
mas con nuestra embriagues, sublimamos el
vacío que dejas en la cama al despertar.
Víctor Suárez