Dices que sus colores los han cambiado, pero eso sólo es un detalle superfluo, nosotros sabemos como es ése sitio, cómo nunca podrán cambiarle ni una coma a sus paredes.
Siempre a la misma hora, el mismo sol dorará sus techos y paredes, el mismo aire refrescará sus sombras, y en el asfalto, se reproducirán los sonidos que nunca escuchamos.
Aparecerás por la misma esquina, con tu corazón sobresaltado, y los mismos ojos, incrédulos, te seguirán hasta donte te vean, y más allá, donde te imaginan.
Hasta que un pequeño toque haga temblar una puerta, y de nuevo dos personas cargadas de amor, se mirarán los ojos, y descubrirán, que hay sueños materialzables, alcanzables, aunque se oponga entre las dos mitades de su verdad, la geografía entera.