Cuando la llanura te canta
Y la pose te llama
Las esculturas gritan
Tu maravilla es una
Tu distancia se acerca
Al eco de la belleza.
Se perdía el día,
postrado en tu dulzura
Había visto muchas playas,
pero no había encontrado una
Y ahí estabas tú,
Recostada sobre los millones de granitos de arenas
Donde Dios tan grande podía caber.