Nuestras miradas se anclaron a un puerto metafísico
haciendo que la bravura de las olas
se instalara en el recato.
Esta burbuja que hemos moldeado
parece tan frágil desde afuera
pero nosotros
hemos sabido impregnarle, virtudes de irrompible.
Habitamos bajo una atmósfera
que nos absuelve del precipicio
y conjura a los espectros
que suelen arrojar basura.
Se ha creado un universo dentro de otro
se ha maquilado eternidad dentro del instante
nuestras miradas anuncian que un eco
aspira a convertirnos en inmortales;
el uno para el otro.