ORGULLO VENCIDO
La tarde en que me vaya
por siempre tendrás mi sepulcro
como tu oscura morada.
Tus orgullosas rodillas
se herirán inclinadas
sobre las piedras
que horadó el viento.
Tu lamento llegará lejos
cuando se acabe mi jornada.
Aullarás como un perro fiel
ante mi lápida cincelada.
Mas ya será tarde
para entender que me amabas.
Y cual fiera herida
gritarás mi nombre
de madrugada...
porque habrá cesado entonces
tu orgulloso ayuno de palabras.
Ingrid Zetterberg
De mi poemario:
\"Secretos de mi alma\"
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