Verano Brisas

PLINIO EL VIEJO

Acepto que alguien diga esto,

aunque no me contente en absoluto.

François Villon

 

No le gustaron a Plinio,

como a cualquier alcalde en desuso,

las prácticas inmorales de los palacios romanos.

Esos baños con masajes

donde fornicar era tan grato,

pululaban ampliamente

como pululan hoy las discotecas jacuzzi.

 

Plinio criticó en su Historia Natural

los favores de las bellas masajistas,

porque Plinio –pienso yo–

posiblemente no tuvo la que le quitaba el sueño.