¿En que noche caí como una semilla
en la tierra de tu vientre?
me asenté en el centro
me crecieron despues raíces y verdades.
En una noche quise ver la luz,
te apresuré en mayo,
fuí cosechado por tus dolores
y tus ojos que buscaban verme,
fuí en esas manos ajenas
un extraño pez rojo y baboso.
Nunca vi tanta luz en la oscuridad
que aún no olvido.
Aprendiste de mí a ser madre
por segunda vez
y yo toda tu vida para aprender a ser hijo.
Mi llanto ensordecedor
el primero que entró por tus oídos
era la música viva
que esperabas de mí escuchar;
me acomodaron en ti
y deje de ser un extraño
en tus brazos que cercaban mi cuerpo
me reflejé en tus ojos y empezó mi vida
(yo era la fruta de tu árbol).
Quizá estaba buscando las orillas de tus senos
para beber tu blanco amor
saciarme con el océano de tu alma
con la leche de tus entrañas
y me bañaste con tus lágrimas
con agua de ti
(yo era el que buceaba en tu vientre
y pateaba tus paredes)
¿Que cara puse hace ya casi veintiún años?
quizá no lo hayas notado
o esa gota de esperanza, que fuí, nublo tus ojos de alegría.
No es un privilegio ver la luz de ti
sino tambien, todavía tenerte conmigo.