En mis manos se desohojó
Separarla de la madre tierra se marchitó
Pétalos rojos entre mis dedos pálidos
Como herida sangrante que no cicatrizó.
Mirar sin ver
Escuchar sin oír
Sentir y morir
En un suspiro la vida se puede ir.
Belleza efímera que poco duró
Se la lleva el viento que un día la acarició
Pétalos muertos
Enredados en mis dedos
Y pese a todo
¡Que curioso!
Siguen siendo bellos...