Santiago Miranda

Las ciudades del mercado

 

Quedarán reducidas a polvo
Sobre polvo, historia del olvido
Nuevamente actualizada; nada
Más que la abreacción de lo vivido
Abuso de tanto semejante, culpado
En tanto otro, en las ciudades dilapidadas

Del mercado, azota el tiempo en contra
Los mismos castigos que fundaron
Esta piedra impotente de la cultura
Fuera del paraíso o la idea eterna
De lo justo, lo bello, lo bondadoso; bien
Común, y supremo por siempre vagamos

Expatriados del otro, buscando
Efímeras trascendencias materiales
No el espejismo, no el paisaje
No el buscar ensuciar nuevos lugares
No el viaje terrenal, no el fugaz olvido
Sí cortar la cadena, la búsqueda interminable

De igualdad, fraternidad, libertad, justicia
Eco de siglos y acciones violentas, promesas
Eternamente pospuestas; el sueño
Perdura tras nuestro sigilo, pernoctación
Vigilante en las ciudades del mercado

Quedado el tiempo de la inacción y el rezo
La espera por la espera, habiendo tanto exigido
A un padre etéreo, desconocido:
Disolución mágica de cadenas, tanta espera
Qué no supimos tomar parte en la conjura

De nuestra felicidad distante, ahora de nuevo
Arremeter desde lo hondo, crisis de la postdictadura
No cerramos los ojos heridos al asesinato que fue el progreso
De las ciudades tornadas mercado, a nuestro fin anticipado

No cerramos los ojos que son heridos ante la barbarie
De lo real, este pasado que no lo logra ser o haber sido
Superado, ya los mismos ojos fueron rajados de un manto
Divino, el origen anterior a la palabra; las estrellas
Y uno, no uno, cielosytierrascomouno

Reemplazada toda tierra por concreto, ¿Cuál trabajo
Queda sino en campos informáticos, recursiones
Ya de concentraciones forzosas, forzadas o
Deberes por la razón del espanto? Ah demasiado

Las pacíficas clases reposan, mientras su plusvalía
Aumentada es cojida mensualmente
Horoscópicamente, indagando soluciones al logos
En la magia, devuelta al curso inicial (del caos)

Que la lógica entregó tanto absurdo y valor
En negativo, cuánto coraje hace falta para
Poner el malestar en juicio, la comodidad
Del polvo, remover-agitar los cuerpos
Yacientes, aventados a lo real por la fuerza
O la razón del espanto? Partimos congregados