El mar sube mi espalda:
escalera de juegos que te busca...
Invisible sentencia que en la noche,
no se resigna a ser solo su sueño.
Marinero que rompe
el mar: himen inmenso
-¡Desgarrada se detiene la niebla!-
¿Cuántas perlas creadas y destruidas,
faltan aún
para que el mar se acabe
en una sola ola de silencio?
Sus aguas se dispersan y recogen
y se juntan finales,
humedeciendo el cuerpo
- aún mío - de la noche.
Las espumas acechan
la desnudez interminable
del mar que soy en ti.
Marinero de un solo mar,
mar de un solo espejismo
enlazas a mi piel
la luz roja, desnuda
y alta de los sueños.