Virginia de Albán

ACECHANZAS DEL MAR...

El mar sube mi espalda:

escalera de juegos que te busca...

 

Invisible sentencia que en la noche,

no se resigna a ser solo su sueño.

 

Marinero que rompe

el mar: himen inmenso

-¡Desgarrada se detiene la niebla!-

 

¿Cuántas perlas creadas y destruidas,

faltan aún

para que el mar se acabe

en una sola ola de silencio?

 

Sus aguas se dispersan y recogen

 y se juntan finales,

humedeciendo el cuerpo

- aún mío - de la noche.

 

Las espumas acechan

la desnudez interminable

del mar que soy en ti.

 

Marinero de un solo mar,

mar de un solo espejismo

enlazas a mi piel

la luz roja, desnuda

y alta de los sueños.