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Fui a el mar en un cuadro.

Los pies en la arena,
azul,
inmensidad.
Felicidad opacada
con el recuerdo
de una persona.

Recuerdo
cuando el mar era minúsculo,
cuando lo más grande era tu sonrisa,
cuando grande era yo, contigo,
cuando el «contigo» no asustaba tanto,
cuando no habían simulacros de incendios incendiados,
y también
cuando me apedreaste,
para no pensar en tu fallo,
y echármelo encima,
y hacerme creer que era yo,
que la culpa era siempre mía.

Recuerdo
estando aquí sentada,
recuerdo para olvidar,
y cambio recuerdos,
para sostenerte en mi memoria de otra manera,
para colocarte en el lugar que deberías ocupar,
detrás de mi,
para situarte en un momento exacto,
justo después de mi.

Hoy elijo mi felicidad.