Mirame a la cara y dime que es lo que te pasa, mirame a los ojos y cuenta lo que por tu mente a diario te pasa; dimelo sincero y habla sin medir palabras, Cuéntame tus pesadillas y del cuento encantado; en el que despiertas y sigues viviendo un mal rato.
Y es que soy, tu mejor amigo, el oído que hoy quieres decirles mil cosas, el que si tus llantos se vuelven un río yo estaré allí a diario remando para llegar hasta a ti y darte un fuerte abrazo.
Basta con el simple hecho de verte a los ojos, esos que aunque han llorado no pierden el brillo y siguen tan tiernos como aquellos días de otoño.
Sigue retumbando tu pecho con fuertes latidos que aunque destrozado esté tu corazón sigue más fuerte y sentido, con grandes movimientos en un enfoque vivido y viviendo al margen de todo lo sufrido.
HENRY RUIZ
18 DE AGOSTO DEL 2018