El sol me marginó
Ya no puedo ver
El deslumbrante rostro de la luna
Una rama se alza al crepúsculo
La opaca gema trata de cubrir
A la brillante luz
Que aborrece al cuervo
De suspicaces sueños
El ave junto al césped
Salpica bondad
La cual rebosa mis manos
Por las heridas que me he causado