Me acostumbraste a buscarte siempre que me falta el aire, a no poder encontrar consuelo en otra parte
Me acostumbré a ver tus ojos en mis sueños
Al latido de mi corazón cuando te veo
A la forma en la que me miras, a tenerte cerca y sentir cómo respiras
Me acostumbraste a tu sonrisa, a alegrarme con tu alegría
Me acostumbraste a esperar tu mensaje
Y escuchar tu voz cada mañana
A salir temprano de casa para poder encontrarte
Y sentir como tus ojos me calman el alma
Me acostumbro a extrañarte
A obligarme a aceptar que no volverás
A saber que ahora en otra parte
Es donde encuentras tu felicidad