Pero tu fin era abominable.
Buscabas un horrible goce
en el sufrimiento ajeno.
Giovanni Papini
Viejo hipócrita Emperador de Occidente,
lumbrera del oscurantismo.
Con tus cinco esposas y otras tantas concubinas
celebrabas lascivamente los acontecimientos
de numerosas victorias. Nada repugnante o singular.
Pero asimismo
tenías la desagradable costumbre
de hacer desnudar las putas callejeras,
animando a tus súbditos
para que las vituperasen arrojándoles basuras,
en tanto las perseguidas huían vergonzantes
hacia el refugio más próximo.