Déjame recorrer tu cuerpo inerte,
deja que se expandan mis sentidos,
señala el camino y la quimera
que pueda yo seguirte hasta el delirio.
Navega por los mares del deseo,
oriéntate en los cielos de Morfeo
que sea yo, el sol que te ilumine
en la ruta del placer que yo poseo.
Entre sábanas de raso azul celeste,
jugando cual si fuesen nubes blancas,
tu esculpida imagen prevalece
sobre el mar de sueños en mi barca.
Exhala tus sentidos contenidos en tu pecho,
que contenidos permanecen secuestrados,
concédeles el indulto merecido
y da la libertad a tu amado.
Suelta y grita el placer contenido,
hasta quedar vencida en lo retado
por la lucha en campo permitido,
que puedas participar de lo entregado.
¡¡Triunfó!! ya soltaste las riendas de caballos retenidos,
llegando a la pradera liberados
y disfrutar de los lirios conseguidos.
Roberto J. Martin