Laceras el pecho del traficante de leyes
que por un tecnicismo no llevarás a las mazmorras
los aciertos de la injusticia
ahora entiendo el porqué de la dama ciega
Razón para despertar con sobresalto
en mitad de la noche
añorando a un niño acariciando el sueño puro
cuando prevaleció el querer antes que el deber
Para cuando me extiendas la mano
poder verte a los ojos
y sentir paz
por la labor cumplida.