Del libro La Vida es viviendo
Entre amores y dolores me fui perdiendo en silencio.
Y así, como en los comienzos del universo tardío,
entendí que el sol y el frío por orgullo no se hablaban
y aunque se necesitaban para soñar con futuro,
la distancia subió un muro y alejó más sus miradas.
Ignorar es de cobardes, reaccionar es de valientes,
y es el alma la que siente cuando no debe olvidarse
un amor que llena y hace que el mundo sea mejor.
Un inseparable amor que te marca la existencia.
El mundo no es de deprontos inciertos e incalculados
que se pierden atorados en superfluas coincidencias.
Por el contrario, el futuro tiene bases del pasado
y trae en su piel dibujado el valor de la conciencia.
Amor es la decisión más firme de un ser humano,
que se atreve a ser feliz, aprendiendo a compartir
cada huella de sus pasos como si fueran los trazos
que con inmensa sapiencia Dios le ha invitado a vivir.