Creo que te sueño
porque te siento distinta
diferente a las demás
te intuyo etérea
te presiento como la última esperanza a este romanticismo
que yace moribundo
embarcado en la agonía.
Me he instalado en el naufragio
y en cada objeto que navega por el mar
alzo las plegarias
para que en alguno de ellos
aparezca tu rostro
el cual tiene
solo un sinónimo
y es:
el milagro.
No he querido forzar la chapa del destino
pues alguna vez
la historia me enseñó
que si lo hago
las aguas de los ríos
fluctuaran en dirección opuesta.
Si pensarte cuenta
para maquilar a nuestra coincidencia
entonces la probabilidad de volver a verte
ha subido ya varios escalones.
Por lo pronto
te veré en los sueños
no es que sea conformista
pero te repito
no quiero forzar la chapa.