Un té de limón con miel
una mañana, en la casa de Daniel.
Una mezcla diferente
de todo lo que solía tomar
en estas vacaciones de invierno.
Mi salud, terrible,
mi condición, empeora;
aun así emprendí rumbo
a la aventura, a la travesía,
y llegué,
desperté en otra casa,
forrado en frazadas de chiporro.
En la mañana, una rica taza;
té, pancito calentado a fuego vivo,
salamandra cálida para la noche,
limón y miel antes de dormir
para un bohemio
que escribe a las 6 A.M
en casa de su amigo.