Dos de la mañana en mi habitación todo se torna de un color obcuro.
El cuarto se vuelve negro como si la muerte llegará por algún cuerpo.
Se siente el frío que entra por la ventana abierta, aullidos de los perros retumban en el vecindario.
Se escucha el sereno de la noche, todo es tan lúgubre en la habitación.
El silencio rompe los tímpanos, pues tanta tranquilidad sonaba infernal.
Un hombre solloza ahogado en sufrimiento con imágenes retorcidas en su mente.
Proezas muertas, vacíos internos y un par de heridas en un costado izquierdo. Atentando contra su cuerpo entrando en un estado violento.
Quiere gritar. Pero siente un nudo en su garganta.
Recordar esas fantasías parecen nulas pues esas imágenes de felonía le taladra en el subconsciente haciendo qué el paraíso que quiere imaginar se vuelva en un círculo más del infierno.
Siente toda esa sangre recorrerle su cuerpo con un olor podrido mezclado con nicotina.
Y empieza el arrepentimiento.
-¿Por qué a mi mujer?
-¿Por qué soy yo el que tiene que pagar tus culpas?
Si tu fuiste la que jugaste en ese papel de Judas ,¿Por qué me siento tan miserable, si otro te miro desnuda?
Y cansado de tanto sufrir y de tantas preguntas sin respuestas levanto su destrozado cuerpo y busco una cuerda.
La amarró arriba del techo sobre una base de metal y colocó su cuello en medio del lazo y cuando resignado por su terrible vida de fracasos. Tiró el banco que lo ayudaba a sostenerse quedando abatido y preso por el lazo. Soló bastaron algunos segundo cuando aquel cuerpo quedó muerto.
Y murió por amor...
Pero encontró su descansó\".
Acto suicida
Rucker