Como duelen las despedidas sin intención alguna;
el no poder soportar aquel nudo en la garganta,
viendo las sufrientes despedidas ajenas sin contar las nuestras.
Cruzar fronteras sin planificar un futuro, sin poder olvidar un pasado y vivir un difícil presente que,
sea fuerte o no, debemos soportar, no por nuestro bienestar, sino por el de los nuestros.
Lejos de nuestra tierra, perdiendo la esperanza por falta de algún activo,
sin comer ni dormir bien por días, pero fingir bienestar, para no preocupar a nuestro familiar.
Comprimir al máximo las lágrimas en los ojos, que sin intención nos delata por su brillo,
al tomar la mano extendida de aquellos hermanos continentales,
desmintiendo las verdades de las personas falsas, con opiniones mustias generalizadoras.
Parece falacia, pero es la verdad….
… esta es la vida de un emigrante en busca de un bienestar para su familia…
es triste como hablan de aquellos sin saber por lo que pasan cada uno por individual…
muchos se pueden ayudar, pero por falta de confianza por culpa de alguno de los nuestros, muchos nos tienen miedo…
Triste realidad… pero viviéndola orgullosamente, con la frente en alto, el brillo en los ojos, y con el nudo en la garganta por falta de los nuestros avanzamos sin sueños, pero con esperanzas