La novia tan pasional, deseosa, en candente y ardiente dolor en subrepticios de placeres. Cuando se deleita más su fragancia de mujer. Conlleva una distracción en la mirada, vé sus senos, palpa su cuerpo, toca su ombligo, y sus senos yá hacen de lo suyo. La novia tan dulce y amarga a la vez, se siente en candela, arde su cuerpo de placer y llega al espejo donde se vé desnuda, se siente casi complacida, excitada, por el invierno lleno de fríos. Toca su pubis como dando vueltas y tan excitada y en calma, se torna segura de sí misma, la novia deja el vestido de novia frente a su dormitorio. Y se desparrama todo su cuerpo excitado sobre la cama tan fria, llena de un hielo super sensual, tanto frío que se deleita su máximo placer en complacencia subrepticia. Toca su pubis, otra vez, en ves de acariciar, vá más allá hacia lo imposible de creer. Es la novia, casi vestida de novia yace en la cama, tocando su parte más íntima, y llega al clímax donde guarda el más rico y placentero placer: el orgasmo. Y es la novia sin novio antes de la ceremonia nupcial.