Danny McGee

BALADA A \"LA SILENTE\".

Balada a “La Silente”.


¡Nunca, nunca en la vida pensé que tú amases así, ni mucho menos que así me pudieras amar a mí!

Díganle a mi destino que me impida ser un hombre y el propio destino dejará de ser lo que es. ¡Cómo quisiera gritar el nombre que hoy sólo el silencio ha logrado conocer! Tu nombre… tu nombre de mujer.
No hay sueño que no tenga un nombre ni soñador que tampoco lo posea: así es un sueño, y no importa cómo se logre, importa que en él se crea y que llegue a su horizonte como barco a la marea.
Soy un hombre y hoy decido que hay que ir tras el amor, y aunque a ti llegue el olvido, tengo más a mi favor.

Sólo a ti te diría “te amo” y pondría tu nombre al final, pero mudos son mis labios por no quererte fallar.
Si tú me olvidas, nunca más seré un poeta, ni tú serás poesía, ¡qué triste sería!... ¡qué triste si tú me olvidas!
Sólo a ti te pondría “mi vida” y diría tu nombre al final, porque eres sangre en la mía y no se puede secar.

Díganle a mi destino que me impida ser un hombre y el propio destino dejará de ser un guía. La brisa volverá a la noche, pero nunca otro sueño volverá a ser lo que fuiste un día. Mi musa… mi más noble poesía.
No hay sueño que no tenga un nombre ni soñador que tampoco lo posea: así es un sueño, y no importa cómo se logre, importa que en él se crea y que llegue a su horizonte como barco a la marea.
Soy un hombre y hoy decido que hay que ir tras el amor, y aunque todo esté perdido, tengo más a mi favor.

¡Nunca, nunca en la vida pensé que tú amases así, ni mucho menos que así me pudieras amar a mí!

A Claudia Jara.