<<< SIEMPRE ME ESTOY YENDO >>>
Desde que yo llegué a este mundo no he parado de andar
como el sonido que nace se esparce y se desvanece,
nada se detiene, aunque así pareciera, se está yendo,
los días están limando a los meses y ellos a lo años.
La noche, apurada persigue la cola del crepúsculo,
el día con su azul manto cubre la noche estrellada
y, en obstinado afán de ser o no ser, riñen ambos
aunque muy bien saben que hay tiempo y espacio para todos.
Todo se está yendo, el Universo se expande, y se vá
las estrellas nacen, palpitando crecen, y se extinguen
el tiempo montado en el Rayo velozmente se aleja
todos nos vamos a los confines de la oscuridad.
Y yo, cabalgando en el aliento de mi Amada iré...
hasta llegar a la puerta de su boca de escarlata
a perderme en las fisuras donde convergen sus labios
allí me quedaré dormido, empero, seguiré yendo.
Siempre estoy de ida, aunque me detenga, yo sigo el camino;
y asidos de las manos, el tiempo y yo, de prisa vamos
sin voltear atrás, de qué nos vale, si no hay retorno;
Pienso que álguien allá nos espera, y, aunque así no fuera.
Al final, iremos todos como estrellas derrotadas
siguiendo el hilo que la eternidad en su Rueca hiló.
Yo no tuve el dinero para comprar una Parcela
que los Curas de mi aldea las vendían en el Cielo.
Mario Cabrera A. (mariocaba) junio 2018.